Programa o entrenamiento en prevención de lesiones, más allá del rendimiento
Ft. Carolin N. Avalos Ardila
Especialista en Educación física:
Entrenamiento Deportivo U de A
La Identificación de
los factores de riesgo de lesión deportiva es el punto inicial para intervenir con estrategias y actividades
terapéuticas, que favorezcan la disminución de la incidencia de lesiones. La
corriente preventiva es el pasado, el presente y el futuro de la medicina
deportiva y las ciencias aplicadas al deporte y al rendimiento. Donde es claro
que se logra disminuir un alto porcentaje (la literatura habla de un 30 al
45%,) la incidencia de lesiones; no evitarlas todas, pero si lograr disminuirlas.
Hay datos contundentes, especialmente en casos de lesiones musculotendinosas, lesiones de
ligamentos cruzados y colaterales de rodilla, esguince de tobillo, entre otras
lesiones asociadas al deporte de rendimiento.
Es así como se desarrollan programas
de entrenamiento preventivo en los atletas que han pasado por procesos de
lesión y evitar riesgo de recaída y continuar el seguimiento y control de su
evolución, una vez ha regresado al campo a entrenar y/o a competir, de igual
manera a los atletas sanos que se encuentran en riesgo de lesión. Estos
programas solo se logran implementar con trabajo en equipo y la excelente comunicación entre cada uno de
los integrantes en beneficio del atleta. En la cabeza el Médico de equipo
(Médico del Deporte) y el entrenador, nutricionistas, podólogos,
fisioterapeutas, readaptadores físicos, psicólogos deportivos, enfermeros,
odontología, preparador físico con visión terapéutica; estos enmarcados en el
área de rendimiento que debe incluir idealmente analistas de rendimiento
técnico, táctico, físico, especialistas en psicomotricidad y biomecánica.
El ejercicio terapéutico es lo
más funcional posible y lo más cercano al gesto específico y modalidad, basados
en los principios del entrenamiento atlético, e indicando acciones generales
para trabajos de grupo y trabajos individualizados. Abunda la evidencia del
entrenamiento, rehabilitación, readaptación y prevención de lesiones de
isquiosurales (uno de los grupos musculares con mayor incidencia de lesiones).
Buscar la individualización de las actividades y su especificidad de ciertos
ejercicios con dominancia de cadera o
dominancia de rodilla, permite hacer trabajos diferenciados del bíceps femoral,
la sobre carga excéntrica que prepara al atleta al stress real de su deporte
con elevada especificidad.
No existe un paso a paso o una receta perfecta para diseñar
y desarrollar un programa de prevención de lesiones o un entrenamiento en prevención en los
deportistas asignados, para lograrlo debemos tener en cuenta: las bases
neurofisiológicas de la propiocepción: la cual integra aspectos de todos los
tejidos permitiendo control neuromuscular del aparato locomotor y su
movimiento. El control neuromuscular es la habilidad de producir movimientos
controlados a través de la activación coordinada de los músculos. El
movimiento, resulta de la compleja interacción del sistema nervioso y muscular.
Es así que cada ejercicio, cada elemento del gesto deportivo, cada movimiento
que se propone en un programa de prevención tiene un objetivo, está prescrito y
diseñado para mejorar o mantener las condiciones básicas de cada sujeto. Y por
supuesto contemplar los factores de riesgo individual y propio de cada deporte.
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